LA EMPATÍA
La empatía es la capacidad de sintonizar con los sentimientos de los demás. Ser empático no es tanto pensar igual como sentir igual en una situación concreta…
Una escucha atenta , sin prejuicios es el punto de partida para lograr una comunicación empática. Los signos que forman el carácter chino que representa la palabra “escuchar” son cuatro: los oídos, los ojos, la atención y el corazón.
Para la cultura china escuchar es estar atento a las palabras, a los gestos y posturas, comprender el problema y comprender a quien me trae el problema.
Queremos compartir con ustedes algunas ideas que nos pueden ayudar a la hora de promover una comunicación empática, teniendo en cuenta los cuatro aspectos antes mencionados:
Escuchar con atención: Una comunicación empática requiere que escuchemos con toda nuestra atención, sin emitir juicios de valor. Hay un proverbio budista que dice “No se limite a hacer algo, esté presente”. Escuchar de este modo requiere centrar nuestra atención en el mensaje que nos da la otra persona y no precipitarse intentando dar consejos, tranquilizarla o explicarle nuestro punto de vista.
Comprender más allá de las palabras: Atender a la comunicación no verbal (gestos, posturas) nos puede ayudar a transmitir un estilo empático y así ampliar nuestra capacidad de vincularnos con los demás. Éstos son algunos consejos a tener en cuenta:
- Tener la cabeza y el cuerpo orientados hacia nuestro interlocutor ayuda a mantener la atención.
- Evitar cruzar los brazos ya que es una actitud cerrada que se podría traducir como “no estoy disponible”.
- No ocultar las manos (en bolsillos o debajo de la mesa) sino mantenerlas a la vista, gesticulando de manera moderada, transmite la idea de que no tenemos actitudes encubiertas.
- Mirar con atención pero sin invadir y mostrar una sonrisa atenuada que indica predisposición para escuchar.
Comprender el problema: Hacer preguntas abiertas del estilo: ¿Qué es lo que te preocupa? ¿Me podrías dar un ejemplo? ¿Cómo te hace sentir esta situación? Cuéntame qué te sucede. ¿Cuándo comenzó este problema? ¿Por qué te sientes de ese modo? La finalidad de estas preguntas es ampliar la información para comprender el problema y posibilitar que las personas se explayen con libertad y confianza. Se inician con palabras como: dónde, cómo, cuándo, por qué.
Comprender a quien me trae el problema: Este punto implica no tomarme nada como algo personal sino simplemente tratar de entender lo que el otro siente y necesita. En lugar de oír que un padre está preocupado porque somos muy estrictos con su hijo, centrarnos en lo que necesita diciéndole “¿Está preocupado porque está necesitando que seamos más flexibles?”. Si no nos ponemos en el medio, podemos lograr una comunicación más auténtica y comprensiva.
Desarrollar la empatía nos servirá para regular nuestras emociones, aceptar diferentes puntos de vista y lograr niveles profundos de comunicación. Será un camino para la superación personal que hará más gratificantes e interesantes nuestras tareas.
Equipo Directivo Nivel Primario